DESPRENDANSE LAS NUBES
Por Leonel Castellanos Rodríguez
Me rendí ante las armas y respiré enlutados minutos
Que desencadenó el goce ante mi rendición de soldado
Como un sol de media noche pinté fantasías adelantadas
Rasgué la fibra de los cabellos con las manos en la espera
E inicié prólogos en las vasijas de la esperanza
Y descendí al trono que en sus senos fabricó la divinidad.
Despréndanse con un giro inmejorable de celestiales acordes
Con el peso de plumas angelicales
Con la energía motivada en el mágico revuelo de zunzunes traviesos
Despréndanse con sus maletas cargadas y dispuestas
A viajar hacia ella, aventureras, sean alfombras inocentes
A la luz que en sus pies habita.
Soltarse, descolgarse del tejado azul nubes suyas
Y regresen a la cópula de donde nacieron
Infinitas sean en el recorrido de su verdadero destino
Convoque a la nostalgia y a la belleza en un trazo
Reúnan el dulce de las ansias escondidas
Y descúbranse por siempre sin milagros.
Fusilen pozos de maltrechas decisiones y sonrisas apagadas
Inmolarme intento hacia los panales de mi condición de amante
Y brindo a copa llena de polen aliviante y seguro
Sellen la condena de besos arrojados
Entre los caprichos y la aceptación voluntaria
Y hagamos un vaivén de rosas trenzadas para la corona del amor ceñido.
La lágrima escrita en pedazos de corazón envuelvo.
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