Palabras Cubanas

Un Blog de Leonel Castellanos Rodriguez

Epístola # 4 Para ti , por ti.



Demonios repartidos en los locales del hechizo, como un trueno que aun no ha despertado, solteros demonios, taciturnos e insolentes de la fiereza. Demonios intangibles, sentenciados y hundidos en la bruma desoladora de tormentosos pozos, me visitan. ¿Quien sabe de su hambre y su esgrima radical asomada en lo oscuro de sus garras?,… ¿quien sabe de sus intenciones sádicas calcinando todo oleo multicolor?

Apareciste, escondida entre las hojas caídas del árbol otoño, ese de tronco áspero y negruzco, en pleno verano. Las canchas reverdecidas del azul entretejido en las nubes, fueron orificio para tu mirada. Las cigarras enmudecidas frenaron su alegato fusiforme al entrar de la mano del fauno a mis días.
Demonios, agresivos bandoleros, sentenciados y furtivos son estos momentos, en que la soledad desprende una hipnosis indocumentada donde no ambiciono nada mas que una sonrisa, un regazo y un trozo de pan.

Soy simple, pero no pienso simple, soy humilde pero no amo con humildad, soy intenso, pero es por que tengo grande el corazón, no busco sitios , para mi, también la luna es un lugar, no busco tristezas, incertidumbres, ni batallas, basta mi propia guerra por sobrevivir en un mundo desigual, no soy perfecto pero tampoco un iluminado, más bien soy un hombre común, distinto en algunos aspectos y con miles de defectos, pero si algo tengo por seguro es que sé lo que quiero, de donde vengo y hacia donde voy.

Las góndolas navegaban los precipicios engalanados de alturas y peligrosos desatinos, la caricia durmió en el diván de calaveras y dilatadas cuchilladas, Un deseo efímero naufragó en inciertas propuestas. Una mano empuñada por otra fallece en las criptas del cementerio más inhóspito, un escalofrío en toda la columna avisa de temblores y nervios a punto de estallar, te llaman tus nombres, te llaman mis ansias, pero a veces es demasiado tarde y los vientos son tan fuertes que se llevan cualquier eco.

Que tengamos alma no significa que seamos divinos compases de la misericordia, que tengamos labios no significa que sepamos pedir perdón, inconformes y aventureros de la osadía somos, desastres incompletos dentro de humanoìdes gestos y personales rasgos. Destilando el rojo vino que nos compone, por las mejillas desnudas de abrigo y consuelo, no compensamos errores que antes nos fusilaron. Anudando intereses y conveniencias no se restaura el vacío en la almohada, no se llenan las fuentes de agua para la sed y no se hacen sonar las campanas en las iglesias de la dicha.

Tan importante el velo y el vestido como el andar, en ti, me era, tan lujoso el beso como los labios en ti, que míos fueron, recuerdo nostálgico serán. No pretendo inmortalidades ni azucenas singulares en mi jardín, No pretendo inflexibilidad en las crucifixiones eternas de la piel, solo quiero lo real de la fusión en el sentir de la entrega. No quiero estos demonios sujetos a la espera, esotéricos, brujos, enajenados, pretendientes de la muerte y el susto, compañeros de lo bizantino y lo tenebroso.

Puta mierda de vida esa que te frena por tantas cosas, la velocidad de vivir con todo y hacia todo, puta mierda de vida que hemos de andar como dos extraños, en medio de los campos de otras resoluciones, de otras cofradías, de otras asambleas de mentiras para no devorarnos para siempre en el fuego de las intenciones y los juramentos.

Perdóname Dios, tu que de justo comprendes, decidme bendito, tu que hiciste este mundo que conocemos, ¿por que lleva tanto de dolor y penumbra el camino del amor?, ¿decidme que otra manera de saber cuanto soportamos te has inventado?, para cambiarla por este arroyo de quimeras torturándome.

Demonios, una y otra vez.

Traigo Vino y Velas.



Púdrete Olvido en ti mismo como musgo de cien años
Fusilado has de morir por los relámpagos más ciertos
Púdrete Melancolía intrusa, bohemia de agasajadas heridas
Acerrada como los troncos del pino verde debes ser
Difamadora alucinación a la guillotina de mil realidades te encomiendo, que una campana ando moviendo, un collar ando portando y una vela ando encendiendo.

Exonerada dejad mi figura, Dios, de tanta pestilente sudoración
Reparte los trozos de cada tropiezo en las más lejanas latitudes
Conduce Dios las brechas por donde escapan las alegrías
Bienaventuradas estructuras que me auspician, os ruego protección.
Que no debe sino por buen sendero cabalgar mi corazón, y no por aquel que el desamor condena.

Alejaos Demonios de casta maldad, pontífices de la Oscuridad
Sentenciados al destierro de mi, os imploro. Que para tanta
Encrucijada de incertidumbres una Oración compongo, una fe promulgo, una virgen adorno con girasoles y azucenas, una maraca ando sonando y cosas buenas ando pidiendo
Para que no sea otra mi suerte, que esa que el amante descubre en los más fervientes brazos.

Apurad su venida, besos del paraíso mágico que en el crepúsculo descansan
Un labio y otro labio unidos por circunferencia, os esperan
Desnúdate piel de la otra piel que solo frío estampa con la agujas de la indiferencia
Destronado ha de estar para entonces el calvario de toda queja o inconformidad
Si a mi destino decidiera inyectar el Cosmos, la miel de la amada que mi pecho reclama
Concededme entonces mi santo, años y paz para la esposa y amiga que se anida en mi vida
Que aguardiente ando trayendo, que tabaco ando fumando, que bendiciones ando pidiendo, que milagros ando buscando.


Y cuando ya por último embriagado de la dicha infinita que concede la gloria de los juntos por siempre, y otra vez el sol asome en mi ventana eterna, devolver al cielo este mi cuerpo pero mi alma, por favor santico, mi alma déjala junto a ella.
Que para eso traigo vino, que para eso traigo velas.

L.C.R./CH/2012.