Los cinco puntos inusuales del joker.
Por Leonel Castellanos Rodriguez
Por Leonel Castellanos Rodriguez
Gramática áspera que denuncia en disimulo las curvas que discrepan con cada sonido, que evoluciona en rincones de la soledad y la desenfundada artillería de fuego verbal.
Aquí estoy, sentado a la orilla de una nota emitida por los forajidos minutos de un deseo.
Aquí estoy, con complicado compas haciendo giros en una plana sombra, que se embriaga de los sitios que miro, aquí estoy empapado de los sudores depositados en los cincos puntos inusuales del joker.
Las fronteras truncadas del pensamiento resumen un vacilante espacio sin ocupar, aquí estoy sujetando mi cara como si creyera que se fuera a desprender y jamás obtenerla nuevamente.
Aquí estoy, pensando en ti y en mi y en todos, me rio, me estiro, me acomodo en mi llenado espíritu y tomo atajos que me despegan del inicio y la continuidad.
Aquí estoy calmando los volcanes y las lluvias que mezclan la aurora, y lloran insensatas distancias.
Pude tocar tus cabellos en el sueño disipado en la canasta, que junto a la pared dormita mi ángel de la guarda y mis ojos, pero aquí estoy al despertar.
Las aves coronan la cima de los pinos que intimidan la planicie y las velas resucitan la luz enfocada en centímetros, y yo retorno a mi infancia con la espada en la mano de los centuriones olvidados, mientras un piano teclea melodías verticales y yo quiero huir pero no, sigo acá, en el tormento naufragante que me visita.
Romance decapitado ante los umbrales de mi desdichada guitarra que sin cuerdas abandono la mano y se alió al silencio, aquí estoy necesitando una hoguera que incinere las ansias y convide a la esperanza.
Aquí estoy sin las escaleras que nos eleva en callado interés, sin el torno que fabrica las tuercas que aseguran los estables estados, sin los heraldos que enuncian la llegada y sin los respiraderos de escape, aquí estoy , y en realidad tal ves no este pero eso parece y es lo que digo en esta gramática áspera.
En los laberintos constatados de mis manos y anhelos te dedico esta prosa en ausencia de la acción de mi mismo, como el autorretrato que me pinto y la proeza que me enseña la salvación.
Quito/21_sep/2010.
Aquí estoy, sentado a la orilla de una nota emitida por los forajidos minutos de un deseo.
Aquí estoy, con complicado compas haciendo giros en una plana sombra, que se embriaga de los sitios que miro, aquí estoy empapado de los sudores depositados en los cincos puntos inusuales del joker.
Las fronteras truncadas del pensamiento resumen un vacilante espacio sin ocupar, aquí estoy sujetando mi cara como si creyera que se fuera a desprender y jamás obtenerla nuevamente.
Aquí estoy, pensando en ti y en mi y en todos, me rio, me estiro, me acomodo en mi llenado espíritu y tomo atajos que me despegan del inicio y la continuidad.
Aquí estoy calmando los volcanes y las lluvias que mezclan la aurora, y lloran insensatas distancias.
Pude tocar tus cabellos en el sueño disipado en la canasta, que junto a la pared dormita mi ángel de la guarda y mis ojos, pero aquí estoy al despertar.
Las aves coronan la cima de los pinos que intimidan la planicie y las velas resucitan la luz enfocada en centímetros, y yo retorno a mi infancia con la espada en la mano de los centuriones olvidados, mientras un piano teclea melodías verticales y yo quiero huir pero no, sigo acá, en el tormento naufragante que me visita.
Romance decapitado ante los umbrales de mi desdichada guitarra que sin cuerdas abandono la mano y se alió al silencio, aquí estoy necesitando una hoguera que incinere las ansias y convide a la esperanza.
Aquí estoy sin las escaleras que nos eleva en callado interés, sin el torno que fabrica las tuercas que aseguran los estables estados, sin los heraldos que enuncian la llegada y sin los respiraderos de escape, aquí estoy , y en realidad tal ves no este pero eso parece y es lo que digo en esta gramática áspera.
En los laberintos constatados de mis manos y anhelos te dedico esta prosa en ausencia de la acción de mi mismo, como el autorretrato que me pinto y la proeza que me enseña la salvación.
Quito/21_sep/2010.
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