Por leonel castellanos r. periodista y escritor cubano.
Dedicado a Leonel Cristóbal Castellanos, mi hijo, mi verdad.
Erase una vez que se hallaban juntos, reunidos a la orilla del arroyo del claro del bosque, un roble, una rosa, un cuervo y la verdad. El motivo de tal concilio era el intento de remediar las disimiles disputas entre el robusto árbol y su inseparable amigo el cuervo sobre quién era mas útil en la vida del hombre.
La verdad sobre una nube que completaba su largo vestido blanco, observaba la posición de los testigos y protagonistas y guardaba silencio, el cuervo abrió con un discurso genérico y pausado.
_yo, brindo al hombre guía por caminos intransitables, soy comida, represento un mundo de aves y animales que desde tiempos remotos han acompañado al hombre en su transitar por la vida, yo he sido insignia en vastas religiones, ayudo a combatir plagas en los sembrados, creo que soy el más importante.---
El árbol incomodo pero inmóvil, recitó entonces su legado en tono despectivo hacia quien en unos minutos se vanaglorió incesantemente a su parecer.
-yo brindo madera, el hombre construye casas, puentes , herramientas, se cobija de mi sombra, se deleita con mis frutos, yo represento el verdor de los bosques, toda planta que se siembra, toda rama y raíz que el hombre usó y mantiene en su diario desarrollo, yo soy el más importante.---
La rosa, calmada, sosegada, ausente de impulsos sonrió como si lo expuesto hasta ahora solo fuera una sátira, y dijo con voz suave
-yo soy más importante… con mis pétalos se confeccionan perfumes, mi aroma afrodisiaco hacen que el hombre desate su pasión y eleve el sentimiento más profundo y bello de la humanidad, el amor, yo represento la armonía entre dos seres que se entregan, yo represento la ternura, el frenesí, la hermandad, el recibimiento de un nuevo ser y la despedida de alguno, yo represento la cordialidad y vivo en altares, en jardines, vivo cerca del corazón, yo soy más importante---
En un momento todos fueron cómplices de la enmudecida acción de la verdad, la mirada de todos le penetraron y en respuesta a la incógnita de su valoración y argumento, se puso en pie y camino unos pasos, -el cuervo le interrumpió su andar-- dime verdad, qué piensas de todo esto y cuáles son tus palabras.
La verdad los miró y solo contestó.----no diré nada---- y partió.
Pasó el tiempo y el árbol cayó sobre sus propias raíces, su tronco se pudrió y solo un polvo se hospedó en su lugar en medio del bosque, el ave falleció y su plumaje voló con los fuertes vientos que llegaron tras su partida, la rosa se marchitó dejando en su sitio un espacio vacio, mas la verdad permanece infinita en el mundo de los hombres, habita en el corazón y proclama la razón de vivir de los pueblos.
No es tan importante llegar a existir como prevalecer existiendo.
Busca tu verdad .
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