POR LEONEL CASTELLANOS RODRIGUEZ /HABLEMOS PRESS.
¨¨Vale más un minuto en pie, que una vida de rodillas¨¨¨ JOSE MARTI.
Jamás un hombre debe carecer de ideales, ese segmento gigante de la conciencia que habitúa a todo el ser y lo conduce a acciones sin conocer flaquezas ni rendiciones, para así inmortalizar momentos y hechos.
En los lugares más oscuros, un ideal, fragua hogueras que perduran e iluminan por siempre. En las batallas más extensas, es la escala más alta para alcanzar la victoria.
La tarde caía, a solas en medio de un desierto cielo que la aclamaba y la convertía en testigo agonizante de mi llegada. Él estaba en esos minutos colocándose una camiseta de color blanco, afuera en el umbral preciso, de su madriguera opositora, se encontraba su esposa y compañera sosteniendo un cigarrillo en los dedos mientras viajaba inmóvil en el tiempo.
Desciendo del auto, voy a su encuentro, nos miramos y fue el abrazo la fusión de ideales compartidos.
Un tirano de barba siniestra y puño ensangrentado, sin pensarlo, en su alevosía impiadosa, forjó el heroísmo más puro de estos tiempos, y sé que es conocida la historia de estos soldados de la lucha democrática, la historia de esos hombres que un día van más allá de sus fuerzas y convocan al ejemplo rompiendo barreras y silencios, para clamar el grito de libertad, para ceñir sobre sus hombros la carga al machete, que muchos seguimos aunque se cabalgue en ocasiones sobre valles de calvario.
Hay cubanos que aunque la muerte asecha marchan felices por los senderos irrenunciables y justos enarbolando banderas de franjas azules y triángulos rojos, sin tregua.
JOSE UBALDO IZQUIERDO HERNANDEZ marca su cita con la Primavera del 2003, con tarjeta de disidente cubano, emboscado en las redes de la hienas feroces de la dictadura cae en la telaraña de una ofensiva cruel, visita el patíbulo culposo de un verdugo irrazonable y desmadrado, y es sentenciado a pesar de que no existen delitos, por que pensar y decir la realidad que en Cuba habita, nunca será delito.
Sentados a la mesa, servida por platos exquisitos de comida criolla, comienza a narrarme la odisea de su encierro, me quedo callado y perplejo al escuchar las atrocidades que lo circundan en ese momento que lo intentan enajenar de sus convicciones y lucha, no puedo evitar la angustia que me invade, la palabra describe lo que el cuerpo soporta, es el discurso una decima que se interrumpe, con la mirada fija al paisaje que nos rodea de unos ojos enrojecidos por el lagrimeo, respira hondo y continua para hacernos cómplices de situaciones donde se necesita una dosis alta de patriotismo para soportar el fuselaje y calibre de la ofensa y el maltrato.
El trauma es profundo en su personalidad, las heridas psicológicas le rendirán tributo por muchos años, su humildad y decoro premian su valentía, su familia es también un octágono digno que le protege y defiende, se suma al caudal de anécdotas un manantial de labores de su esposa, que es la otra cara de la moneda por la que transitan las mujeres de los hombres e hijos de Cuba que integran el grupo de los 75.
Casi al final del encuentro me cuenta como vio la muerte de un reo en el salón de visitas de la Cárcel de Guanajay, una fotografía hablada es la síntesis de un hecho que lo marcó a todo lo largo de sus 7 años en prisión, las enfermedades que lo persiguieron y lograron invadir, las infrahumanas noches y los crucificados días, la sed, el hambre, el golpe, la amenaza, el recuerdo , la celda y el castigo , la espera y los militares, el silencio y la poca luz, pero también la firmeza, el orgullo, la vergüenza, la razón ,el ideal, todo el compendio en una estatura pequeña que lo hace un ser infinito en la medida universal.
¨¨¨¨Una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército¨¨J.MARTI.
Así fue mi encuentro con mi hermano UBALDO o PEPE como le decimos y le dicen los que le conocen , así seguiremos luchando, cueste lo que cueste, cada vez somos más, y llegaremos a ver la libertad de Cuba muy pronto como ese sol que nos sonríe llevándose la tarde de este día.
VIVA CUBA LIBRE.
¨¨Vale más un minuto en pie, que una vida de rodillas¨¨¨ JOSE MARTI.
Jamás un hombre debe carecer de ideales, ese segmento gigante de la conciencia que habitúa a todo el ser y lo conduce a acciones sin conocer flaquezas ni rendiciones, para así inmortalizar momentos y hechos.
En los lugares más oscuros, un ideal, fragua hogueras que perduran e iluminan por siempre. En las batallas más extensas, es la escala más alta para alcanzar la victoria.
La tarde caía, a solas en medio de un desierto cielo que la aclamaba y la convertía en testigo agonizante de mi llegada. Él estaba en esos minutos colocándose una camiseta de color blanco, afuera en el umbral preciso, de su madriguera opositora, se encontraba su esposa y compañera sosteniendo un cigarrillo en los dedos mientras viajaba inmóvil en el tiempo.
Desciendo del auto, voy a su encuentro, nos miramos y fue el abrazo la fusión de ideales compartidos.
Un tirano de barba siniestra y puño ensangrentado, sin pensarlo, en su alevosía impiadosa, forjó el heroísmo más puro de estos tiempos, y sé que es conocida la historia de estos soldados de la lucha democrática, la historia de esos hombres que un día van más allá de sus fuerzas y convocan al ejemplo rompiendo barreras y silencios, para clamar el grito de libertad, para ceñir sobre sus hombros la carga al machete, que muchos seguimos aunque se cabalgue en ocasiones sobre valles de calvario.
Hay cubanos que aunque la muerte asecha marchan felices por los senderos irrenunciables y justos enarbolando banderas de franjas azules y triángulos rojos, sin tregua.
JOSE UBALDO IZQUIERDO HERNANDEZ marca su cita con la Primavera del 2003, con tarjeta de disidente cubano, emboscado en las redes de la hienas feroces de la dictadura cae en la telaraña de una ofensiva cruel, visita el patíbulo culposo de un verdugo irrazonable y desmadrado, y es sentenciado a pesar de que no existen delitos, por que pensar y decir la realidad que en Cuba habita, nunca será delito.
Sentados a la mesa, servida por platos exquisitos de comida criolla, comienza a narrarme la odisea de su encierro, me quedo callado y perplejo al escuchar las atrocidades que lo circundan en ese momento que lo intentan enajenar de sus convicciones y lucha, no puedo evitar la angustia que me invade, la palabra describe lo que el cuerpo soporta, es el discurso una decima que se interrumpe, con la mirada fija al paisaje que nos rodea de unos ojos enrojecidos por el lagrimeo, respira hondo y continua para hacernos cómplices de situaciones donde se necesita una dosis alta de patriotismo para soportar el fuselaje y calibre de la ofensa y el maltrato.
El trauma es profundo en su personalidad, las heridas psicológicas le rendirán tributo por muchos años, su humildad y decoro premian su valentía, su familia es también un octágono digno que le protege y defiende, se suma al caudal de anécdotas un manantial de labores de su esposa, que es la otra cara de la moneda por la que transitan las mujeres de los hombres e hijos de Cuba que integran el grupo de los 75.
Casi al final del encuentro me cuenta como vio la muerte de un reo en el salón de visitas de la Cárcel de Guanajay, una fotografía hablada es la síntesis de un hecho que lo marcó a todo lo largo de sus 7 años en prisión, las enfermedades que lo persiguieron y lograron invadir, las infrahumanas noches y los crucificados días, la sed, el hambre, el golpe, la amenaza, el recuerdo , la celda y el castigo , la espera y los militares, el silencio y la poca luz, pero también la firmeza, el orgullo, la vergüenza, la razón ,el ideal, todo el compendio en una estatura pequeña que lo hace un ser infinito en la medida universal.
¨¨¨¨Una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército¨¨J.MARTI.
Así fue mi encuentro con mi hermano UBALDO o PEPE como le decimos y le dicen los que le conocen , así seguiremos luchando, cueste lo que cueste, cada vez somos más, y llegaremos a ver la libertad de Cuba muy pronto como ese sol que nos sonríe llevándose la tarde de este día.
VIVA CUBA LIBRE.
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