La impronta.

Impronta - Jose Salvatore

 

La impronta.

Por Leonel Castellanos Rodríguez

Taller de letras recubre oleos perlados y apartados

Pésima impronta que me convierte en dependencia

Tallo iluso que embriaga constelaciones graficas y espontaneas

Partes engranadas en resinas sujetas por denuncias y apologías

Palabras derretidas al sol de una noche clara sin vientos y sin paciencia

Silabas y pensamientos escondidos en las rebeldías

Y en las visiones difusas de cámaras subterráneas.

Rostros y catálogos, resoluciones y un poco de silencio

Pinceles rondando en círculos verticales, activos y traviesos

Lluvia salpicada en toneles de versos y esperanzas

Retazos de dedos y cabellos, cielo, oraciones y balanzas

Convergencia de renuncias también

Lagos en donde se baña, los descubiertos anhelos

los caprichos, y el desdén.

Así mi poesía me abriga de las escarchas y los desalojos

Así con garabato y machete, distraigo los tridentes del tiempo

Reordeno, reorganizo, reanudo, y como ansiedades con bastante azúcar

Paso los escalones en brincos fantasmales

Con la prisa partida en una semilla de quietud prohibida

Con la muerte debajo de la mesa, tal vez esperando atacarme

Sin el valor de los miedos y las hazañas.

Ternura disipada, locura descrita, deseo fotocopiado

Añoranzas plausibles, caminos ingrávidos, cansancio atesorado

Juego marioneta de edificios diluidos en café y cigarro

Asiento inmovilizado en alabanzas

Ejercito de frases reencarnando el pasado y tiroteando el futuro

Precipicio infinito de razones y júbilo

Así resurjo y me levanto

En valle creado por la luz de mis versos.