Nunca será tarde.
Por Leonel Castellanos Rodríguez, escritor cubano.
Nunca será tarde para mirarte a los ojos
En la mística urbanidad vivo
A solas con el ladrillo
De las desordenadas altas y bajas
En los cuadriláteros escenarios que a golpes te enseñan
Ha beberte el sudor y la nostalgia
Con la fe en un dios, que me lleva de la mano
Y me hace confiar, que mañana será un día mejor.
Nunca será tarde para mirarte a los ojos.
Y renunciar a los Alpes de la almohada
Que sin ti me cautivan
En un círculo de insomnio depredador y cruel
Un verdugo sin frenos en sus pretensiones
Razón para que los horóscopos tejan el martirio en los sillones
Mientras los huesos permanecen
En sus bóvedas frías y cansadas, pero fuertes.
Nunca será tarde para mirarte a los ojos
La resina de rupestres obstáculos se va
Cayendo en cada corte del hacha de la voluntad
Por un nublado filtro
Se escapan los temores y los contemporáneos desalientos
Y piramidales pasos ajusto a mis pies
Aseguro el camino a la tierra
y lo atravieso con tesón y audacia.
Nunca será tarde para mirarte a los ojos.
La epopeya tiene algas que reverdecen
En los amaneceres y en la tarde caen los cielos
En un gemido que reclama cantos y sonrisas
Las puertas se rinden
Y siento cada vez mas cerca el abrazo ansiado
Lo se, amor, nunca será tarde para mirarte a los ojos.
Quito/oct./2010.
Por Leonel Castellanos Rodríguez, escritor cubano.
Nunca será tarde para mirarte a los ojos
En la mística urbanidad vivo
A solas con el ladrillo
De las desordenadas altas y bajas
En los cuadriláteros escenarios que a golpes te enseñan
Ha beberte el sudor y la nostalgia
Con la fe en un dios, que me lleva de la mano
Y me hace confiar, que mañana será un día mejor.
Nunca será tarde para mirarte a los ojos.
Y renunciar a los Alpes de la almohada
Que sin ti me cautivan
En un círculo de insomnio depredador y cruel
Un verdugo sin frenos en sus pretensiones
Razón para que los horóscopos tejan el martirio en los sillones
Mientras los huesos permanecen
En sus bóvedas frías y cansadas, pero fuertes.
Nunca será tarde para mirarte a los ojos
La resina de rupestres obstáculos se va
Cayendo en cada corte del hacha de la voluntad
Por un nublado filtro
Se escapan los temores y los contemporáneos desalientos
Y piramidales pasos ajusto a mis pies
Aseguro el camino a la tierra
y lo atravieso con tesón y audacia.
Nunca será tarde para mirarte a los ojos.
La epopeya tiene algas que reverdecen
En los amaneceres y en la tarde caen los cielos
En un gemido que reclama cantos y sonrisas
Las puertas se rinden
Y siento cada vez mas cerca el abrazo ansiado
Lo se, amor, nunca será tarde para mirarte a los ojos.
Quito/oct./2010.
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