EL DESCENSO.
Por Leonel Castellanos Rodríguez
Viajan mis ojos en regreso desde tus rodillas
Le acompaña mi boca en invocado ascenso
entro y salgo por todos tus poros
después de llegar a tu iglesia y clavar mi cruz.
Tus selvas se abren a mis dedos
Y luce tu boca la fortuna de un gemido
logro vaciar de alientos y suspiros los cielos de tu piel
Acumulando lentos movimientos sobre la luz.
Destrozas mi armaduras con tus orbitas
Y nos quemamos a fuego medio
Y a punto de ebullir, la sangre salta en cada palpitar
Mientras subo y bajo escaleras en tu espalda.
Hay un oleaje en tus pezones endurecidos
Que salpica mis dientes incesantemente
Tu pelo ya no tiene forma, es una metáfora sobre mi pecho
Y se llena de relieves la cama plana.
Múltiples y llenos los deseos
Descienden a los abismo de tus cavernas
Y otra vez baila tu vientre sobre mi ombligo
Con el paso tenaz de una prolongada y continua actitud.
Son amigas tu inocencia, tu juventud y tu desnudez
Son mis amigas, la noche, la caricia y la maravilla
Y hacemos renuncias a la soledad y el olvido
Y es una colmena el corazón en donde guardamos las mieles.
El descenso al manantial es móvil apetito
Me seduce y apasiona en un combate sin derrotas
Un volcánico tatuaje cercando los bocados imaginarios
Entre tu sexo y yo.
Soy tuyo en el instante que eres mía
Y los azucares son poemas descritos sin palabras
Posees los conjuros para hechizarme en eterno velo
Y así será siempre amor.
Quito /2010.
Por Leonel Castellanos Rodríguez
Viajan mis ojos en regreso desde tus rodillas
Le acompaña mi boca en invocado ascenso
entro y salgo por todos tus poros
después de llegar a tu iglesia y clavar mi cruz.
Tus selvas se abren a mis dedos
Y luce tu boca la fortuna de un gemido
logro vaciar de alientos y suspiros los cielos de tu piel
Acumulando lentos movimientos sobre la luz.
Destrozas mi armaduras con tus orbitas
Y nos quemamos a fuego medio
Y a punto de ebullir, la sangre salta en cada palpitar
Mientras subo y bajo escaleras en tu espalda.
Hay un oleaje en tus pezones endurecidos
Que salpica mis dientes incesantemente
Tu pelo ya no tiene forma, es una metáfora sobre mi pecho
Y se llena de relieves la cama plana.
Múltiples y llenos los deseos
Descienden a los abismo de tus cavernas
Y otra vez baila tu vientre sobre mi ombligo
Con el paso tenaz de una prolongada y continua actitud.
Son amigas tu inocencia, tu juventud y tu desnudez
Son mis amigas, la noche, la caricia y la maravilla
Y hacemos renuncias a la soledad y el olvido
Y es una colmena el corazón en donde guardamos las mieles.
El descenso al manantial es móvil apetito
Me seduce y apasiona en un combate sin derrotas
Un volcánico tatuaje cercando los bocados imaginarios
Entre tu sexo y yo.
Soy tuyo en el instante que eres mía
Y los azucares son poemas descritos sin palabras
Posees los conjuros para hechizarme en eterno velo
Y así será siempre amor.
Quito /2010.
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