Palabras Cubanas

Un Blog de Leonel Castellanos Rodriguez

EL INSOMNIO FRAGIL DE MI AUSENCIA.

EL INSOMNIO FRÁGIL DE MI AUSENCIA
Por Leonel Castellanos Rodríguez, poeta y escritor cubano.

Se me quedo una rosa por cortar en el jardín yermo de cualquier parque
Se me paso una noche por llamar al balcón de tu casa con un silbido
Me quede en deudas con tus manos para las calles cruzar
Y ese puente a donde solíamos ir se quedo inmóvil sin mi andar
Deje un consejo por repartir y hasta una oración sin rezar
Deje una ausencia en lugar de mi, mil palabras por decir
Un policía sin ofender y un autobús por tomar
Un acordeón por oír y en la barra un trago por pagar

Deje un pleito inconcluso en la almohada
Y en la mesa un “vamos a hablar”
En suspenso y sin recorrido, en la casa un gemido
Que ya hoy no me suele acompañar
Deje la podredumbre de mis pasos que me hacían girar
Sobre las húmedas calles
Y el pregón de un ritmo mustio que ya no suelo escuchar
Ni los agobiantes como repetibles detalles
Que en disímiles curvas se escondían en la prisa
Y dejando tanto, deje una sonrisa
Y sin alas también los deseos de volar

Protagonista de un acto ilusorio y payazil
Me entrego a los copiosos lagos en miniatura de mí llorar
Y sobre hombros y paraguas anido esperanzas en un curso sutil
Que muchas veces es un tiroteo
Como las campanas de la iglesia que me suelen despertar.
Parlamentario soy de la gravedad inclinada
Línea deforme en transito y sin arbitraje, fui al marchar
Índice del oído y la bendición de voz cincelada
Forastero furtivo e intrépido de inocencia marcada
Deje para todos los senderos una semilla por sembrar
Deje para todas las semillas un poco de agua por regar

Entrometido el frío viene y me suele atravesar
Con sus flechas que no detengo
Con sus flechas que no veo y timoneles que no saben navegar
Con coordenadas que no existen y con traiciones que no suelo divisar
Una cadena con mil grilletes en la conciencia
Y un deseo fúnebre alumbra en los faros de cada esquina
Sin raza deje el origen, recogí la marcha y sigo la estrella divina
De un insomnio frágil que me ayuda a olvidar

Se me quedo un abrazo por dar
A ese que de mi parte y a mi suele regresar
A ese que de mi nace y en la espera esta
En el jardín yermo de cualquier parque se me quedo una rosa por cortar.

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