Claves agudas.

de Leonel Castellanos Rodriguez, el Domingo, 19 de junio de 2011 a las 2:48





Les ahogo, inciertos desatinos que complacen hoy la lluvia,
en la pena consentida
y calmar la renuncia que imprime la desazón incauta de martirios impropios, logro.

Les sostengo, puntales y balanzas
que rondan las esencias y les temo por una vez
Les sostengo, altos y bajos, seleccionados enjambres
les sostengo en panales de celdas verdes azuladas.

Les canto, alabanzas descubiertas del paño oscuro
desboco la promesa sitiada,
Disloco los tendones en la propuesta que me lleva,
para ser exilio de mis castigadas ataduras.

Les miro, madreselvas del romance,
atrapadas en los húmedos surcos de los edificios
les miro con solemne premura, sin el dialogo permisible de las reverencias.

Les contengo, suspiros que en niebla esquían los mogotes ilusorios,
subiéndome al costal de la espera,
que viaja en ciervos de la tarde con melódica andanza.

Me encauso en los símbolos, me alisto en las claves agudas,
me incrusto en los tatuados minutos de la perseverancia,
solicito lanza, escudo y en altanera osadía les venero.

Les condeno adulador engrampe que en la redes de la sumisión rumorea rimas
Les condeno escarlata injuria, asecho despectivo, bruma injusta, asalto ingrávido.

Les sumo, epopeyas de resonantes tonadas del optimismo,
les cerco pretextos
acentuados de la continuidad.
Les gobierno, coordenadas de las auroras y de los penachos en lo alto de los pinos.

Les amaso, trazos de arcoíris, lirios, cometas y materia de nubes cristalinas, les amaso
versos furtivos, rumba, caña, miel, para una caricia que aguarda.

Más aun así, una soledad sin espejos y sin salidas,
me lleva encriptado a las profundidades de su alma con la sentencia que solo tú levantas a fiel decisión.

Endulzo a tornado limpio, el hacha agria de malhechores momentos con tu recuerdo.