Palabras Cubanas

Un Blog de Leonel Castellanos Rodriguez

El Panadero y los ladrillos del Horno

(Paréntisis Ilustrativo de Costumbrismo y Ausencia.)

La costumbre impone en ocasiones un eco sostenido, una linea continua que permite adecuarnos como en un viaje cíclico. La costumbre se inicia o desemboca en hábitos, es una acción repetitiva que genera esquemas conservadores en la mayoria de los casos y en otros es una fórmula inacterable y perpetua.
Somos y creanme que muchos,aquellos que no rompemos los marcos en que se situan nuestras costumbres,muchas y sencillas maneras de expresar quienes somos y como vivimos; y hasta como pensamos.
Tantas muestras de este costumbrismo existen como personas,cada cual desempeña,desarrolla y crea una costumbre unica, coincedente tal vez y si es copiada o heredada recibe matices originales de quien finalmente la practica.

Para el panadero que a pesar del aire frio que se sumerge en la neblina matutina,se levanta a la 5.30 am a llenar la barriga negra del horno, con la masa de las yemas de harina, no pueden tener otro color los ladrillos que no sea el de la arcilla.

No importa la ampolla o el quebranto en el hueso,ni la fatiga del músculo en el movimiento del rodillo sobre la mesa. No importa la calamidad longéva que surcan las paredes entre telarañas y el hollín impacable; el pan debe hacerse,el pan debe ser comido......cada dia.

La costumbre es llena,tiene caracter y estructura,posee cimientos que reforman sin perder su escencia. La costumbre es un oficio de sus ejecutores que con delicadeza la instauran aun con o sin consecuencias. Es un truco de la naturaleza humana. Es un triunfo sobre las horas, sobre la oportunidad de hacer lo mismo y sentirlo correcto,es una maquinada y minuciosa maniobra en ocasiones hasta convulsiva.

El tipo de fruta, el color favorito, la posicion al dormir,la pierna sobre el muslo,cafecito en la mañana,la sobremesa, la respiracion,el gusto,el miedo,una tela de araña tejida para complacernos y distinguirnos.

Es una conducta ,un compás, un ritmo que se sigue ,se renueva y perdura. Es la obligacion coherente de la compañia,ese pedazo de tela usado como mantel en la cintura,esa buconada de humo tras el sorbo de ron.

Pero...( ...y siempre hay un pero ), que sucede con acostumbrarse a la ausencia?

Por ejemplo; son esos acontecimientos naturales como la muerte, la enfermedad el interruptor que nos tatúa obligatoriamente una costumbre injusta, una resignacion inyectada a sangre fria, figura indeseada y macabra que se sienta en la mesa,se tumba en la cama y se vuelve tu sombra sin que programaras estar ahi,entre sus garras.
Cuando alguien ya no está, la distancia y el adios son costumbres néfastas que fusilan interiormente y te crean pistas para conducirte en un asfalto muchas veces escabroso y triste y que solo se logra combatir con otra costumbre, la de sobrevivir.

Las dimensiones que separan y dividen esta gran manada que somos,esas fronteras citadinas,esos articulos carcelarios, esas politicas intrusas que diezman,los vicios invasivos,las preferencias sociales y sexuales,la jerarquía religiosa y los fundamentos historicos de supremacía y clase,todo en un mismo impulso y contenido que llamamos Sociedad.

La costumbre es una partida de nacimiento que establece en todas nuestras reglas una violencia sana para mantenerse,es un acto de amor que nos simboliza y nos ilustra en el más conservador de la bondad y el merito.

La costumbre es tan peligrosa como un hombre virtuoso o una bala en la recamara, la costumbre sella ,une y separa, tiene aguijón y tenaza,máscara y desnudez,se integra e invade,es la raiz de un principio y el fruto de la convicción.

Si te acostumbras a ser libre las cadenas solo seran un pretexto,si te acostumbras a la verdad la mentira es una mueca miserable, si te acostumbras a creer se ensanchara tu alma de fe,si te acostumbras a amar no te faltará amor,si te acostumbras a sonreir no habra tristeza que te cale,si te acostumbras a vivir llegaras donde la vida tiene su maxima expresión y la muerte será una balada y no un castigo.

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