Palabras Cubanas

Un Blog de Leonel Castellanos Rodriguez

EPÍSTOLA 34 .EL CRISANTEMO.



Volver a empezar.
           
La calesera al camino se precipita como un golpe de sombra en busca  de  la  luz, yo dentro, esclavo de mi, voluntad mía que me llevas. Los tobillos se retuercen en el andar  como eco infinito sin oído, alma que desespera es la ungida revelación de todo lo que me espera.

Ya no me quedan fuerzas, ni pastillas, ni palabras para hallarme, soy más un trompo en estado inmóvil que precisamente ese  riesgo que merezco ser. Soy un registro individual de la antipatía hogareña, de la rutina sonsa, del vacío crudo.

Así tendido en el pasto me pierdo en alucinaciones, veo sobre el asfalto dos interminables líneas amarillas en paralelo, sobre ellas un buzón autómata viaja en bicicleta, en blanca  batalla campal veo un ostión gigante devorando una pantera mientras una paloma roja cursa el horizonte, me zumban los oídos con  campañas publicitarias y créeme las prefiero ante que un maldito  bolero en ese momento.

Si lo sé, es algo inusual y  fuera de lo convencional que me moleste que ría la gente, que vallan de la mano por las aceras resecas por el mediodía, pero es que el desamor no es pasivo, pacifico, ni cuerdo, es una trinchera, es experimento solitario e inicuo que nos vuelve aun más pobres y más desfavorecidos. Por suerte te tengo a ti.

Para colmo no puedo huir, no puedo llegar, no puedo detenerme, no puedo pensar, ni como marioneta sobrevivo a este abismo inconcluso. Soy como arquero en las almenas,  me siento como Cèzanne, pintando manzanas que solo entienden los rayos de la mañana.
Vendrá esa amenaza de misiles y conflictos de cumpleaños y fuegos artificiales a ennegrecer el cielo de una vez,  serán mil volcanes desatados  como puta de barrios bajos, no habrá calma mientras escribo, porque la agonía de saber que  tantas sierras atravesaran mi carne  es un infinito dolor de cabeza. Los mensajeros hablaran de desdichas y los cánticos de suplicas serán un trombón repetitivo y voraz, en medio de este caos no se escuchará mi voz.

El destino ha cerrado las cortinas, ha puesto ladrillos  donde  antes soñaba  ahora me desgarro en un despertar de torturas y desasosiego, El destino es una trayectoria única que  cursa un elemento de este universo, el destino es un bulto de  barajas que al azar compite con darte las mejores manos, es un par de líneas que se cruzan, una coincidencia que provoca variaciones, un tropiezo, un propósito, un instante.

Cualquiera diría que estaba escrito en esas escrituras imaginarias que el hombre se ha inventado para justificar los actos que suceden o surgen  y no hay manera de evitarlos y  aunque parezca cursi todo esto que  digo, ha de saberse que solo me llena saber que estas aquí.

 El crisantemo azul en su fosa terrenal estirará las raíces como gotas  de agua, su  palidez pétala se llenará del abandono, una gaviota simplona  revoloteará cerca de  las barcas mientras se marche y no divisará en su núcleo de flor, la añoranza que regala.

Será.




                                                                                               Chile 2016.

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