Palabras Cubanas

Un Blog de Leonel Castellanos Rodriguez

La Yunta. (Sobre la realidad que afrontan los exiliados cubanos en varios países.)





Apenas amanece el guajiro desanuda la corta soga, libera los bueyes en señal de que la jornada laboral comienza, como cada día. El campo para sembrar espera el rascar que el arado está próximo a acometer, solo falta colocar la yunta de madera y arreos en la nuca de los animales, yunta que permite que ambos halen parejo el trabajo, así en equilibrada tarea ambos logran rendir al máximo sus capacidades.

Cuanto de necesario llevan estos tiempos de una buena yunta.

El exilio cubano pasa por una crisis, los continuos informes , mensajes y medios noticiosos se hacen eco de la problemática que afrontan los exiliados cubanos en diferentes regiones del mundo, tanto que se ha vuelto un bumerán desenfrenado que comienza a hacer estragos en la conciencia del luchador disidente dentro de la isla, arca perfecta para que los voceros y defensores de la política del régimen hagan maravilla cotidiana, mediante una dieta paralela a los hechos, de una propaganda castrista que logra descontento y dudas.

Cuanto tiempo hace que la oposición cubana levanta su machete defensor de la patria, cuánto tiempo llevan aquellos que por destino y sentir empuñan los ideales, cuanto ha sido mi bandera testigo de la lagrima, del dolor, de la sangre, son casi incontables las horas, mas aunque se avista el largo del camino, aun no se llega a la meta final, calvario interminable que agobia y tortura. Pero cuanto también existe de tramoyas, que tras bambalinas ejercen profesión de árbitros bufones.

La primavera del 2003, selló un capitulo de heroicidad en las páginas de la historia cubana contemporánea, no es que hasta ese entonces no se distinguiera con luminosidad intachable, pero vale destacar que marcó un hito en cuanto a la postura de algunos gobiernos por denunciar a la dictadura desde diferentes ángulos, la masividad con que arremetió el régimen en contra de 75 hombres que levantaban su voz en pos de la libertad de un pueblo, fue un hecho sin precedentes.


Fue la hora justa para que muchos que aun no habían logrado una participación directa en el tema cubano jugaran una mano en un póker cerrado hasta ese momento a unas pocas organizaciones y a unos pocos países, y que señalaba como principal amortiguador y respaldo incondicional a los Estados Unidos.

Nuevas marionetas subieron al escenario, nuevos discursos subieron al estrado, la frase “se puede hacer” no tuvo finitud, a nuevos mancos le nacieron manos para brindar ayuda, la tinaja ya no solo filtraba el agua de la inocencia de la gente, también un poco de licor de ocasión para grandes negocios, y no faltó por supuesto el estilo sarcástico del fanfarroneo mezquino y padrinaje de urracas oportunistas.

No se puede tapar el sol como un dedo en medio del surco.

En el año 1968, salió de Cuba un número de personas , profesionales, y no profesionales, luchadores y no , jóvenes niños y ancianos, viajaron a los Estados Unidos, Canadá y México, por estar desacuerdo con la política que Fidel Castro concebía y paría con la ayuda de la comadrona , ya extinta Unión Soviética, paulatinamente le siguieron años donde el número de emigrantes cubanos subía, así como el número de países que los acogía, la época de finales de los 70 y principio de los 80 volvió la mirada de la comunidad internacional, y otra vez el hechicero creó un medio para salir de aquellos hijos que no entendían su endiablada posición, llegaron barcos y Perú fue la otra cara de la moneda de entonces. Los marielitos afrontaron un desierto de incertidumbre y desamparo, pero ya a tantos años de eso apenas se puede ver el ciclo repetitivo de la cinematografía virulenta.

Años mas tarde el maleconazo, en 1994 asestó otro martillazo en el ejercito de los descontentos, miles de familias se fragmentaron, huir de Cuba era el desayuno, lanzarse al mar en balsas, era el almuerzo, morir fue la cena, llegar la utopía merendable. Muchos llegaron, ¿cual fue de nuevo el precio?, dolor, lágrimas y sangre.

En las tres etapas existe un denominador común, los que en ellas jugaron un papel protagónico, los presos políticos, los heroicos guerrilleros, los disidentes, se pueden contar con las manos a todos los que en verdad se les cumplió el trato, después de exprímaseles como naranjas avileñas, toda su historia, después de llevarlos como símbolos a sus campañas, después de utilizarlos a cuanto su parecer creyeron necesario, pasaron a la gran ola que actualmente envuelve al nuevo desterrado.

España, balcón apertrechado de burocratismo e insolencia, permanece inmune ante la desesperante y agravada situación de los más de cien cubanos , entre expresos políticos y familiares , que hoy no concretan en verdadera libertad, su libertad soñada, su libertad contratada, su libertad firmada en papeles de un clero que no sabe para donde girar la cruz, y por un gobierno que no reconoce la legitimidad de sus promesas. España fusila la integridad de derechos, y pisotea la acción y el decoro de hombres que cumplieron prisión, de mujeres que lloraron la suerte de sus hombres, de sus hijos y aun así nos les faltó un gladíolo para marchar, de niños que pese a la ausencia, crecieron y afrontan el cambio, no mencionaré nombres, porque son públicos tales hechos y bien conocidos los ejemplos.

Ahora ya no basto luchar contra el tirano, ahora ya no basto el hambre la tortura, la vergüenza, ahora desterrado a la suerte, el cubano intenta engrandecer su voluntad, pero ¿cómo coño se puede hacer si quienes pueden no le dan los medios?, pese a estar plasmado en los convenios, tratados, disposiciones legales, jugarretas y artificios convocados en la hora de la “hospitalaria” salida.

Ecuador, la nueva piscina donde bañistas cubanos, atrapados en una línea ilegal de conflictos migratorios, pasan a ser la nueva publicidad y el nuevo teatro. Ecuador el nuevo refrigerador que almacena en muy congelada actitud las normas jurídicas y el papel de la ONU y distintas organizaciones de derechos humanos.

Y Estados Unidos , con su show provisorio y risible detona la nueva carga, hoy es primera plana las declaraciones de la familia Tamayo, resume en palabras el hermano de zapata su insegura realidad, y otra vez la víctima es la representación del eslabón disidente.

Al caer la tarde vuelve el guajiro, amarra sus bueyes y espera por otro día.

¿Que se ha logrado?, llevar un mensaje de descredito, consumir una limosna fósil y arrastrar una cadena interminable de arrepentimientos, tropezar con un mundo cruel de inquietudes marginadas, ¿quiénes son los responsables?, nadie se ensancha el traje. ¿Dónde está la solución? , tal vez sobre otra mesa, o en el fondo de una gaveta, lo cierto es que si bien la desbandada insurgente cada vez mas merece de la ayuda y el apoyo internacional, también es cierto que nos todos son cuñas inquebrantables para inmovilizar los descalabros actuales.

Me hace recordar la prepotente actitud de muchos, aquella canción de la inolvidable Orquesta de los Van Van, cuando en una crónica melódica refleja el éxodo de las comunidades del oriente del país a la Habana, aquella que decía,………….con cuidado mi familia, que la habana no aguanta más.

Tal vez se vea hipócrita referirme a este tema desde el exterior, mas soy consecuente espectador de la obra mal simulada que ofrecen quienes aseguran una propuesta para el luchador disidente luego que zarpa de las costas de la isla y que a su vez enfocan como única solución.

Es hora de evaluar una agenda, discutible y con soluciones concretas que aporten por encima de todo el cumplimiento de cuanto acuerdo se proponga, es hora de darle un merecido reconocimiento a los que han arriesgado su patrimonio, su estabilidad y hasta su vida, a los que han jugado un papel meritorio en levantar su vos por la defensa de los derechos constitucionales, y civiles de un pueblo, y solo puede ser de manera definitiva y concisa con el respeto y vigilancia por sus derechos humanos y por sus derechos de todo tipo, es consecuencia indivisible su presente y futuro de todos los que de una forma u otra propiciaron su arribo a los terrenos sembrados de democracia.

Esos cubanos, no son juguetes, no son mano de obras baratas e incluso no son emigrantes a mi modo de ver, son exiliados, opositores, guerreros, que en muchas ocasiones han tenido mas dignidad, valentía y principios que muchos que hoy con libre irresponsabilidad juegan con sus sueños y voluntades.

0 comentarios:

Publicar un comentario