Palabras Cubanas

Un Blog de Leonel Castellanos Rodriguez

RELATOS YORUBAS, LA MUJER: MITOS Y LEYENDAS DE LOS PUEBLOS ANTIGUOS. (SEGUNDA PARTE)


LEONELCASTELLANOS RODRIGUEZ



En épocas muy remotas, hubo una tribu en África en la cual sus moradores, aunque muy pobres, vivían muy felices. En esta tribu vivían tres hermanas; la mayor de ellas se sostenía de lo que sacaba del mar y con este producto mantenía y criaba a sus otras dos hermanas menores. La segunda trataba de ayudar a la mayor y tenía que cuidar a la tercera que era muy pequeña.

Esta segunda hermana, sondeaba los ríos y con el producto ayudaba a su hermana mayor, ambas se querían mucho. La segunda hermana amarraba a la más pequeña a la orilla del río para que no corriera peligro.





Cierto día, inesperadamente, fue invadido y saqueado el territorio, como la más pequeña estaba amarrada, algo distante de su hermana, esta no pudo oír los gritos de la pequeña que fue robada por los invasores. La mayor se salvó por estar trabajando en el mar, esta era YEMAYA; la hermana segunda, cuyo nombre era OSHUN, se salvó también porque se encontraba lejos del río, no teniendo la misma suerte la mas pequeña, que era Oyá.


La mayor sintió la perdida de la hermana menor, pero la segunda fue tanta la impresión que recibió que estuvo enferma de su ánimo durante muchos años, sintiendo cada día mas deseos de ver a su pequeña hija, como ella le decía a su hermanita, por eso OSHUN guardaba cada día algunas monedas que le sobraban, para rescatar a su hermanita Oyá, antes de que fuera doncella.

Sabiendo OSHUN, cual era el precio que habían fijado por su hermana, se lo entregó en monedas de cobre al jefe de la tribu de los invasores, el cual lejos de cumplir con su palabra y liberar a Oyá, duplicó el precio del rescate, sabiendo que OSHUN era tan pobre que no podía pagarlo, esto lo hizo porque se había enamorado locamente de OSHUN, que era extremadamente hermosa.

OSHUN al oír la respuesta decidida del jefe, cayó de rodillas delante de él, lloró y suplicó el cambio de palabra de aquel hombre duro y frío, que le pidió a cambio de la libertad de Oyá, la virginidad de OSHUN, prometiéndole no engañarla si ella accedía. OSHUN se paró, vacilo, pensó en su hermana Oyá a quien ella quería tanto, pero el amor era toda su vida y OSHUN, bajando la cabeza, se sacrificó.





De regreso las dos, OSHUN le pidió perdón a YEMAYA, la cual la bendijo y perdonó y con aquellas monedas de cobre producto del sacrificio, adornó la cabeza y los brazos de Oyá, en recuerdo de un pasado. Crecieron Oyá y Ochun, pero Ochun para poderla criar, siguió o la vida de sacrificios que por ella empezó y así Oyá llego ala mayoría de edad.

OSHUN, mujer alegre en su vida, pero santa y mártir de su limpio corazón, Olofin la bendijo por lo de Oyá y a YEMAYA por las dos (patakin. baba eyieogbe).

Oyá, conocida como el òrìsà dueño del cementerio y los cortejos fúnebres, es la hermana mas pequeña de ochun y yemaya , su primer esposo fue Ògún , pero se forma febril y bruta propio de su fuerza y oficio , hicieron que viera en Sàngó el amor de su vida, fue su esposa y el único matrimonio que existió en la divino –fera,, es sanadora y adivina en esencia , sus omos son curanderos y espiritista .

La tribus africanas que se multigeneraban entre si trajo consigo la multiculturalidad y se le atribuye además de ser importantísimo òrìsà en Nigeria, principalmente en Oyó, uno muy importante en la cultura afrocubana, y dentro de la Regla de Ocha en Cuba así como en IFA.


( Fin de la segunda parte)

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